MI PERRO LE GRUÑE A MI BEBÉ ¿QUÉ HAGO?
MI PERRO LE GRUÑE A MI BEBÉ ¿QUÉ HAGO?

Llegas con tu bebé a tu casa, soñando el momento de presentarlo con tu perro pero llegado el momento, te estrellas con que tu perro le gruñe.

O tal vez todo parecía ir viento en popa, pero cuando tu hij@ empieza a gatear, tu perro empieza a gruñir cada vez que se acerca.


Y aquí se rompe la ilusión de tu familia multiespecie unida e integrada que soñabas porque ahora sientes miedo de que tu perro le pueda hacer daño a tu bebé, empiezas a estar en estado de alerta cada vez que están cerca, empiezas a separar espacios y a aislar a tu perro con culpa por la mirada de tristeza que tiene cada vez que lo apartas, en resumidas dejas de disfrutar tu maternidad/paternidad de forma plena, en calma y seguridad. 

O puede que incluso te estés planteando que no queda de otra que sacar a tu perro de casa…


Si te sientes identificad@ con esto, sigue leyendo hasta el final, porque con este blog espero poder ayudarte a entender un poco más la situación y a darte herramientas generales de qué hacer y qué no hacer.


Primero, empecemos por aclarar qué son los gruñidos en los perros.


El gruñido hace parte de las herramientas comunicativas de los perros, dentro de la escala comunicativa de los perros (lee el blog comunicación aquí) vemos que en la parte más arriba, en la zona roja, donde ya están las señales que se consideran agresión está el gruñido. 

Normalmente el gruñido es un aviso o demanda de espacio como diciendo “hey, cuidado aléjate” y viene motivado por una emoción, que la más usual es el miedo, pero puede ser dolor, incomodidad, nerviosismo, etc. 

Tu perro está sintiendo una amenaza y gruñe para alejarla.

Y sí… esa amenaza puede ser tu bebé, por más de que la intención de tu bebé sea solo acercarse a consentirlo.

Siempre hay que tener en cuenta el contexto y el resto de la comunicación del perro (orejas, cola, boca, ojos, cuerpo etc.) para poder interpretar correctamente una señal comunicativa en un perro.

Por si tienes dudas o no lo sabías, un perro puede gruñir sin ser señal de agresividad jugando contigo o con otros perros y siendo el gruñido parte del juego.

Aquí nos vamos a enfocar en ese gruñido que no es parte de ningún juego… porque si tu perro gruñe cuando se acerca tu bebé ten por seguro que no es juego y es algo a lo que tenemos que darle importancia y prestarle atención.


Como te conté en un blog anterior que puedes leer aquí, el vínculo perro-niñ@  toma un tiempo en crearse (si es que se crea) por lo que tu perro no necesariamente va a confiar en tu hij@ ni a estar tranquilo cuando se acerque a su comida, su juguete, mientras descansa o duerme o simplemente se acerque a él, porque no sabe qué esperar de esto y es normal!


Tu hij@, dependiendo de la edad, no tiene motricidad fina desarrollada y le puede halar el pelo o tocar en zonas donde no le gusta, aún cuando su intención sea buena y sólo quiera consentirlo (el ejemplo perfecto es la foto de más arriba)

O puede no tener afinada su motricidad gruesa y tener movimientos erráticos que pueden poner nervioso a tu perro porque nunca sabe qué va a hacer, hacia dónde se va a mover o si se va a caer encima. 

O si ya es más grande, piensa en qué experiencias anteriores tuvo, ¿han sido positivas para tu perro? ¿O cuando estaba pequeñ@, pasó algo de lo que menciono arriba?

 

La confianza de tu perro en tu hij@ se trabaja, se construye un ladrillo a la vez y tu rol es fundamental.

Me detengo bastante en esto, porque creo que algo clave en la convivencia multiespecie es la empatía, es ponernos en los zapatos de tu perro y tratar de ver las situaciones con sus ojos, que son ojos de perro no de humano. Y esto nos va a ayudar también a manejar las situaciones difíciles con más calma porque vamos a entender mejor porqué hace lo que hace sin sentir rabia, miedo, desconfianza o llegar a desconectarte de tu perro. 

 

Voy a decirte solo una cosa que NO debes hacer y luego veremos qué sí deberías hacer.


Por favor NO NORMALICES el gruñido. Hacerlo significa:

  • No atender la necesidad de tu perro. Tu perro te está avisando de algo que le preocupa, incomoda, da miedo y necesita alejar lo que siente como una amenaza, tu hij@. 
  • Puede seguir escalando y acumulando estrés hasta que ya no aguante más y a la próxima decida dejarlo más claro, defenderse como un perro se defiende, mordiendo.

  • Afecta el vínculo contigo porque está pidiendo ayuda y no se la estás dando.


Y ahora qué te recomiendo hacer:


  • ¡Mantén la calma!: Un gruñido es algo que deberíamos agradecer a nuestros perros, te está avisando.

  • No regañes o castigues a tu perro por gruñir: cuando lo haces puedes hacer que tu perro inhiba el gruñido por evitar un conflicto contigo o que decida que esa herramienta de comunicación no es efectiva y pase a decirlo de otra forma, que puede ser morder.

  • Intermedia: puedes redirigir la atención de tu hij@ a un juguete o una actividad y así quitamos su foco de atención del perro. Si sigue enfocado, pregúntate si mi perro fuera un enchufe, y mi hij@ estuviera enfocado en ir a tocarlo, ¿qué haría? Y haz lo mismo.

  • Distancia: tu perro está pidiendo espacio, así que lo mejor que puedes hacer para calmar la situación es darle el espacio que está pidiendo y que necesita.

  • Extrema medidas: perros y niñ@s nunca deben estar sol@s, sin supervisión de un adulto que tenga al alcance de su mano la forma de evitar una interacción no deseada. Si no puedes estar 100% presente, usa barreras físicas (vallas, corrales, puertas…) para evitarlo.

  • Consulta a un profesional que te pueda ayudar a evaluar la causa y te pueda dar herramientas para volver a tener seguridad, calma y una familia multiespecie unida e integrada.

 

No te preocupes, que si necesitas ayuda en el proceso de lograr que la relación se lleve de una forma segura y armoniosa para todos, estoy aquí para ayudarte.

 

 

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