“Los perros hablan pero solo a aquellos que saben escuchar”
Orhan Pamuk
Se dice que la base de una buena relación es la comunicación y esto aplica también en la relación con nuestros perros.
Los perros llevan tantos años dependiendo de los humanos que han desarrollado capacidades únicas en el mundo animal para entender a los humanos. Reconocen y responden a nuestros tonos de voz, expresiones faciales, expresiones corporales y a otras formas de expresar sentimientos como cuando lloramos y nuestro perro se acerca a consolarnos.
Sin embargo, a los humanos nos hace falta corresponderles en este esfuerzo y aprender su “idioma” para poder tener una comunicación que fluya armónicamente en ambos sentidos.
Así que si llegaste hasta aquí, te felicito porque demuestra que estás comprometida/o con su vínculo y relación.
Voy a contarles lo básico del fascinante mundo de la comunicación canina, aquí vamos…
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el contexto en el que se emite una señal es clave para interpretarla correctamente, es decir que un gruñido cuando otro perro se acerca al tuyo y lo huele intensamente, más allá de lo aceptado socialmente, es claramente enfado pero si gruñe mientras jugamos al tira y afloja no es enfado, hace parte del juego. Si tu perro se acerca moviendo la cola de forma relajada es una buena señal pero si hay un perro que está ladrando y moviendo la cola de forma intensa y tensionada es señal de “¡No te acerques!”
Los perros se comunican a través de lenguaje corporal, facial, auditivo (diferentes tipos de ladridos/aullidos, gruñidos, etc.) y olfativo (feromonas cuando marcan con pipí o de una perra en celo, por ejemplo).
Pero aquí nos vamos a enfocar principalmente en las primeras dos.
Hay tres grandes grupos de señales comunicativas:
- Afiliativa: Demuestra que la interacción social es saludable y deseada. Es una señalética que muestra un estado emocional positivo. Aquí el cuerpo, ojos y boca están relajados. Por ejemplo, cuando nos sentamos y nuestro perro se acerca y te toca con la pata para que lo consientas o cuando nos buscan juego y hacen la reverencia de juego.
- Apaciguamiento: Se expresa cuando tu perro siente algún tipo de exceso o incomodidad e intenta tranquilizar al otro (perro o humano). Es una señalética que muestra un estado emocional negativo. Este punto lo vamos a extender más adelante para aclararlo ya que es el menos conocido.
- Amenaza: Demuestra enfado posiblemente ante algún tipo de exceso. Es una señalética que muestra un estado emocional negativo. Aquí, al contrario de la afiliativa, el cuerpo, ojos y boca están en tensión. Esta señalética es la más fácil de reconocer ya que son por ejemplo los gruñidos, levantar los labios hasta mostrar los dientes o en el caso más extremo, morder. Lo ideal es que estas señales sean casi inexistentes en nuestro perro; sin embargo, es importante aclarar que como en cualquier convivencia, siempre hay tensiones y discusiones y de ahí que el enfado sea una emoción natural, necesaria y saludable para la armonía, siempre y cuando sea controlado y justificado, se debe dejar expresar y no reprender ni reprimir.
Ahora, voy a aclarar un poco más la señalética de apaciguamiento porque es poco conocida y es la que nos avisa de buena forma que hay algo que está haciendo sentir incómodo, nervioso o inseguro a tu perro por lo que debemos responder acorde y tratar en lo posible de eliminar eso que lo está incomodando.
Como dato curioso… a veces esas cosas que les incomodan son las que hacemos casi a diario porque es una forma HUMANA de mostrar cariño: alzar, abrazar, acariciar en exceso, dar besos, etc.
- Algunas de las señales de apaciguamiento son:
- Girar la cabeza
- Girar el cuerpo o dar la espalda
- Relamerse (como se ve en la foto de portada de este artículo)
- Levantar una pata
- Caminar lento dando un rodeo
- Quedarse quieto, sentarse o acostarse
- Bostezar cuando no está cansado o recién levantado
Si tu perro muestra frecuentemente alguna(s) de estas señales, tenemos que evaluar qué le puede estar incomodando.
Y el graaan problema es que cuando nos dicen repetidamente de buena forma que algo les incomoda y nada cambia pueden pasar dos cosas, o que el perro decida dejar de comunicarse con nosotros porque no ve resultados al hacerlo o que pase a decirlo de forma más clara con un gruñido o hasta un mordisco. Y como no queremos que ninguna de estas dos cosas pase, tenemos que empezar a estar más pendientes de estas señales y más porque algunas pasan ¡en menos de un segundo!
Como una imagen vale más que mil palabras, aquí te dejo un video donde muestro varias de ellas y más abajo unos dibujos de doggiegrawings.net que te van a ayudar (en la mejor resolución que me dejó descargar, como no se ve bien te dejo en compensación el vínculo original aquí)