
Mi perro ama a mi bebé
Bueno, creo que más bien lo acepta
Mmmm ¿será que lo tolera?
Si tenías la ilusión de que cuando llegara tu bebé, el binomio perro-bebé iba a ser inseparable y que el amor iba a brotar de los poros como pasó contigo, pudieron pasar dos cosas:
O ya te diste cuenta de que no pasó.
O aún no te has dado cuenta de que así no pasa y esto se siente como un baldado de agua fría.
Y puede ser duro que se rompa una ilusión así, pero por el bien de tu perro y la seguridad de tu bebé, es mejor que lo sepas de una vez.
Tu perro no va a generar un vínculo ni mucho menos un apego a tu bebé por el hecho de que haya salido de la barriga de mamá (que por cierto, pensando con la cabeza fría, ¿cómo podría saber eso tu perro? Otra idea romántica que a veces nos queremos creer)
Te explico…
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria define el vínculo humano-animal como “una relación dinámica y mutuamente beneficiosa entre personas y otros animales que es influenciada por comportamientos esenciales para la salud y el bienestar de ambos”
Esto quiere decir que es necesario que ambas partes perciban beneficios para su bienestar a partir de los intercambios que se dan en una relación para poder generar un vínculo.
Si tu perro no percibe beneficios de las interacciones que tiene con tu bebé o hij@ no hay cómo pueda generar un vínculo.
No sale de la nada.
Y ¿qué beneficios le podría traer mientras son pequeñ@s?
En realidad no podemos esperar que ese vínculo pueda nacer antes de los 4-6 años de edad (dependiendo de tu hij@, perro y sobre todo de tu ayuda para que las interacciones sean lo más positivas posibles desde el principio).
Tu perro puede rápidamente entender que esa nueva personita hace parte del grupo social, pero no por eso la va a querer, ni TIENE que tolerar todo lo que implica un bebé en la familia.
Hay cosas a las que tendremos que ayudarle al perro a acostumbrarse y a gestionar, pero hay otras que no…
Para ayudar a empezar a generar ese vínculo empieza siempre mediando y supervisando las interacciones:
- Guia las manos de tu hij@ cuando vaya a consentir al perro para que sean caricias suaves y en las zonas que tu perro disfrute
- Involucra a tu hij@ en juegos con tu perro por ejemplo, que esconda los premios en la alfombra de olfato y se la entregue al perro
- Involucra a tu hij@ en cuidados del perro, puede ponerle el plato de comida y alejarse para que coma tranquilo (esto si tu perro no tiene protección a su plato o comida).
Conociendo los gustos y motivaciones de tu perro y las capacidades de motricidad, emocionales y cognitivas de tu hij@ dependiendo de su edad, cualquier interacción que sea segura para tu hij@ y que tu perro disfrute, con supervisión y guía tuya, será la mejor forma de ir creando el vínculo.
Ya irán creciendo y aprendiendo con tu ejemplo, guía y enseñanza, y así poco a poco las interacciones irán cambiando y siendo más directas, siempre a un ritmo que sea seguro para tu hij@ y positivo para tu perro.
No te preocupes, que si necesitas ayuda en el proceso de lograr que la relación se lleve de una forma segura y armoniosa para todos, estoy aquí para ayudarte.